COMENTARIO DE CINE

Rápido y Furioso (Fast and Furious)

Esta es cinta de culto, por alguna razón que no entiendo aun, y nos llega en su cuarta entrega.

Los motores nuevamente fueron afinados, alineados y preparados, los fanáticos de los bólidos se aglomeraron en las salas con el afán de ver el despliegue de los automóviles por correr y por destrozar en pantalla, curvas hermosas, músculos y mucha acción.

Es ciertamente cine para un mercado meta, como lo es el cine de súper héroes, o el cine de vaqueros. La historia es insípida y sin grandes elementos sorpresivos, exceptuando por la muerte de uno de los personajes originales. Pero si quitamos esto, regresamos a todo lo esperado; alaban al típico macho, misógino, de mente llena de bujías y sin mayor pensamiento que el de competir, pelear y coger… la rueda del volante.

Hay dos cosas que son lo mejor de la cinta: las coreografías automovilísticas desplegadas durante las carreras. El montaje, sonido y fotografía están basados en ciertas reglas particulares típica de una fórmula, a manera de receta de cocina, dadas a este tipo de cine, es decir, si has visto una película de automóviles, las has visto todas. Y la segunda: es al puro final, tras los créditos del elenco, aparece una advertencia: “todas las acrobacias fueron hechas por profesionales, no imitarlas”, esto debido a la cantidad de fiebres, por no decir imbéciles, que salen de las salas de cine acelerando los automóviles en los parqueos cercanos.

La película está bien si eres fanático de estos géneros comerciales: lindas mujeres, hombres rudos y mucha gasolina esparcida.

CHAMU